Breve historia de la Cerdanya
La Cerdanya comarca catalana, natural por excelencia, forma una unidad fisiográfica definida por unos rasgos orográficos, climáticos e históricos que le otorgan un carácter muy particular. Integrada, principalmente, por el alto Valle del Segre, la Cerdanya es uno de los valles más anchos de Europa, donde destacan su altitud mínima (unos mil metros), su orientación de este a oeste y una elevada insolación del orden de unas 3.000 horas de sol al año.
El conjunto montañoso está conformado por la Sierra del Cadí (mitad occidental), la Sierra del Moixeró y otros macizos más orientales como la Tossa d'Alp y el Puigllançada, y el macizo del Pedraforca, ya dentro del Berguedà
La diversidad y belleza paisajística es muy evidente: desde los rasgos puros del mediterráneo hasta los prados alpinos de las altas cumbres, todo encontrándonos con bosques submediterráneos, hayedos, bosques boreales de pino rojo y los bosques de coníferas sub-alpinos, con el pino negro abeto. La vegetación del Parque se considera de especial interés, pues las bajas temperaturas, así como la alta humedad de la zona y su altitud han contribuido a la existencia de especies que no son propias del área del mediterráneo, sino del norte de Europa y de las altas montañas europeas o alpinas.